Cuando pensamos en el papel que la tecnología ha tenido en la práctica y en la publicación de investigaciones, lo más probable es que la logística del desarrollo investigativo ocupe un lugar destacado en la era digital. En este sentido, hoy los investigadores tienen acceso a programas que pueden utilizar para escribir textos, herramientas de comunicación y mensajería para colaborar con los participantes, colegas investigadores y partes interesadas; bases de datos científicas para aprovechar los hallazgos existentes de otros colegas y los repositorios digitales para ayudar a los investigadores a gestionar y compartir sus datos. Sin embargo, es común que se le preste menos atención a la capacidad de la tecnología para apoyar los objetivos ideológicos en la investigación y asegurar el cumplimiento de las normas que la comunidad investigadora pretende mantener.
La mayoría estará de acuerdo en que la tecnología, cuando se aprovecha correctamente, es una fuerza poderosa y una facilitadora de la productividad humana, por lo que es lógico que también pueda contribuir al desarrollo de hábitos de investigación responsable entre los científicos noveles, al mismo tiempo que ayude a mantener la coherencia entre los investigadores veteranos. Esto resulta especialmente relevante en el panorama actual de la investigación y la IA, sobre todo con las continuas amenazas a la integridad en la investigación y con los bullados incidentes que involucran mala conducta. Esta misma premisa fue analizada en nuestra reciente entrevista con el Dr. Matthew Salter, fundador y CEO de Akabana Consulting.
No es la primera vez que Matthew, quien cuenta con una amplia experiencia en el mundo editorial y ha desempeñado funciones tanto en la academia como en la industria, nos ayuda a explorar los problemas de integridad en la investigación, como cuando abordamos la situación de las revistas depredadoras y clones, o el autoplagio y el plagio involuntario. En este artículo, debatiremos ideas sobre la investigación asistida con tecnología y sondearemos las propuestas del fundador de Akabana acerca de cómo utilizar la tecnología como un apoyo en la diligencia del investigador, además de cómo puede ayudar a garantizar que los resultados de la investigación y la publicación final preserven el registro científico.
El papel actual de la tecnología en el proceso de investigación y publicación
“Pedagogía antes que tecnología", es una consigna que ha surgido en las últimas décadas en el mundo académico para impulsar la adopción de la tecnología de una forma responsable que se complemente con la práctica docente, en lugar de desplazarla. Mencionarla es pertinente para este debate porque refleja la necesidad de que los objetivos pedagógicos y los resultados tecnológicos estén alineados, tanto si la tecnología se percibe como un mero medio para alcanzar un fin, como si se le atribuye un poder más transformador. El uso de la tecnología educativa como canal para el aprendizaje formativo está creciendo rápidamente en la enseñanza secundaria y superior, pero no así en el contexto de la investigación de grado superior, donde las herramientas digitales tienden a valorarse principalmente por su eficiencia y comodidad.
Ciertamente, no faltan ejemplos en los que la tecnología ha mantenido a flote la investigación. Sin ir más lejos, el uso de plataformas digitales facilitó la investigación y la recopilación de datos a distancia y de forma asíncrona en un contexto social de restricciones durante la pandemia. No obstante, antes de 2020, la tecnología se había consolidado como un elemento esencial para la investigación interdisciplinar en un mundo globalizado, además de contribuir a la racionalización de los flujos de trabajo con el objetivo de aumentar la velocidad y el volumen de los resultados científicos. En el ámbito editorial, en tanto, Matthew ha visto de primera mano la proliferación de la investigación y su comercialización, así como el impacto de la tecnología en el proceso de revisión y aprobación.
Con una tasa de publicación que va entre 1,8 y 2 millones de artículos publicados al año, explica que existe al menos el doble de "eventos de presentación", que representan el número de artículos rechazados o reenviados a otras revistas. A la hora de asignar los documentos, los editores tienen que evaluar los méritos de cada uno de los trabajos para avanzar a la revisión entre pares o considerarlos rechazados.
Matthew hace hincapié en la necesidad de gestionar el volumen de trabajo "con un nivel óptimo de eficiencia, pero con el máximo cuidado", lo que, según el especialista, ya no es posible hacer de forma 100% manual. Por eso, señala que las editoriales se están apoyando cada vez más en softwares de comprobación de similitud, como "iThenticate" de Turnitin. Según Matthew, utilizan la herramienta durante la primera revisión en una selección aleatoria de documentos, con el fin de complementar las comprobaciones realizadas por el ojo humano, y se ha convertido en un indispensable para señalar posibles problemas de plagio y manipulación de imágenes, reduciendo la posibilidad de que la mala conducta arruine una publicación. Por otra parte, con su nueva función de detección de escritura con IA, iThenticate ayuda a editoriales e instituciones a identificar y regular el uso de textos generados con IA.
No cabe duda que la investigación avanza más rápido con tecnología, pero ¿puede influir también en una investigación más responsable?
La tecnología como herramienta formativa en la redacción de trabajos de investigación
La tecnología, en forma de las llamadas plataformas digitales antiplagio, se utiliza con nobles intenciones, pero cuando se traspasan los límites y se genera una dependencia excesiva o se utiliza como medida punitiva y reactiva, socava su valor y perjudica a los académicos y estudiantes de enseñanza superior que la emplean. La credibilidad de este tipo de software de comprobación de similitud ayuda a las instituciones y editoriales a descalificar los resultados de investigaciones que hayan sido fruto de plagio, pero ¿está el mundo científico aprovechando todo el potencial de la tecnología para disuadir las conductas indebidas?
Para responder a esta pregunta, debemos abordar una tensión más profunda existente entre la aplicación positiva y basada en valores de las medidas de integridad y la aplicación reactiva, enfocada en la detección de malas conductas. Esta tensión fue explorada en un estudio realizado en 2022 por McCulloch et al. de la Universidad de Australia Meridional, sobre los usos en la educación doctoral de iThenticate, el software de integridad en la investigación de Turnitin. Al ser catalogado como el verificador de plagio más confiable del mercado y siendo utilizado por los mejores investigadores, editores y académicos del mundo para publicar trabajos originales con confianza, la Universidad de Australia Meridional trató de comprender mejor el uso autodeclarado de iThenticate por parte del personal y los estudiantes de doctorado en capítulos de tesis, propuestas de investigación y ponencias o artículos de conferencias.
Al preguntarles si su valor primordial en la universidad era vigilar las malas prácticas o mejorar la redacción de los trabajos de investigación, los investigadores descubrieron que "colectivamente, tanto los candidatos, como el personal valoraban iThenticate como una herramienta que podía apoyar la publicación, ayudarles a hacer revisiones sustanciales de sus trabajos, aprender técnicas de parafraseo y a expresar mejor sus ideas propias". Esto coincide con la perspectiva de Matthew de que el uso de softwares de integridad en la investigación puede apoyar de forma significativa la responsabilidad del investigador, particularmente cuando se incorpora como parte de la instrucción del supervisor o del curso.
Profundizando un poco más en el estudio mencionado, frente a la pregunta "¿Le ayudó el uso de iThenticate a evitar el plagio?", el 89% de los encuestados del IDH respondieron "sí". En cuestiones de seguimiento "¿Le ayudó iThenticate a identificar los casos en los que tenía que revisar su texto?" arrojó un porcentaje similar del 86%. Por último, ante la afirmación "El uso de iThenticate ha mejorado mi escritura", un 83% se mostró "de acuerdo" o "muy de acuerdo".
Estos hallazgos refuerzan la creencia de Matthew de que las brechas en la redacción de textos de investigación son comunes, sobre todo entre los hablantes no nativos, y que la tecnología puede ayudar a los investigadores a entender las referencias, la estructura y la síntesis de ideas óptimas mientras escriben, en tiempo real. Aclara, además, que la tecnología debe ir más allá de las meras indicaciones gramaticales para mantener la originalidad y superar dificultades como la paráfrasis: "Si las instituciones pueden encontrar la forma de apoyar y poner a disposición de sus investigadores la tecnología de integridad, creo que sería de gran ayuda".
Tecnología de integridad para potenciar y proteger a los investigadores
Aunque es poco realista pensar que la comunidad investigadora va a erradicar definitivamente las malas conductas, la tecnología puede ofrecer mecanismos adicionales de disuasión y cambiar los patrones de comportamiento de aquellos investigadores que se saltan la conducta responsable de la investigación, ya sea de forma deliberada o por negligencia. Se ha comprobado que la tecnología inspira la formación de hábitos, y ahí radica su poder para ser una fuerza positiva para la integridad en la investigación, ya que su uso de forma responsable y en conjunción con normas y políticas claras puede apoyar las buenas prácticas científicas. Por supuesto, cuanto antes se establezcan hábitos de investigación positivos, mejor, por lo que es primordial que los proveedores de enseñanza superior y a las organizaciones inviertan en tecnología especializada que acompañe a los estudiantes e investigadores en las primeras etapas de sus carreras académicas.
Matthew nos recuerda que incluso las mejores intenciones en la investigación están sujetas a error, y que la voluntad de afrontar el escrutinio contribuye en gran medida a protegerse como investigador. En su opinión, los programas informáticos de integridad en la investigación que ayudan a detectar posibles plagios o falta de citas apropiadas son una forma de empoderamiento, en la que los investigadores pueden autocorregir cualquier error antes de someterse a la mirada pública y poner en riesgo su reputación:
"Creo que lo realmente importante de utilizar un software de integridad en la investigación es que puede ayudarte a ser honesto. He conocido algunas personas que piensan que emplear estas plataformas implica asumir algún tipo de culpabilidad; y que sus pares podrían pensar que están intentando ocultar algo. Pero yo diría que es totalmente lo contrario. Al usar softwares de detección de plagio, en realidad están intentando ser investigadores responsables, haciendo lo correcto y asegurándose de que no se han pasado de la raya sin querer".
— Dr Matthew Salter
Otra razón clave para adoptar esta tecnología en lugar de evitarla es la familiaridad con el proceso de revisión de las editoriales, las cuales utilizan, en su gran mayoría, iThenticate u otros softwares de integridad en la investigación para revisar los manuscritos. "Todas las editoriales creíbles que conozco utilizan iThenticate o algo similar para apoyar sus procesos internos", afirma Matthew. Sin embargo, puede que al comienzo, el personal editorial se muestre reticente y se cuestione la fiabilidad de la tecnología a la hora de detectar conductas indebidas. Sobre esto, Matthew dice que es importante afirmar que, "sí, confiamos en ellos, pero son humanos y hay tantas cosas por las que tiene sentido contar con un sistema fiable y de calidad que los ayude. Esta tecnología no está ocupando su lugar, sólo está proporcionándoles un apoyo importante". Su mensaje, por tanto, es que las plataformas digitales facilitan la comprobación de malas prácticas, en lugar de generar deficiencias a raíz de intereses personales en la investigación.
La tecnología también puede desempeñar un papel importante en el almacenamiento, la recuperación y la conservación de datos en intervalos clave de un proyecto de investigación, con el fin de reducir la ambigüedad. Según Matthew, "una buena conservación de los datos es el equivalente en investigación a tener la cocina y la nevera ordenadas para saber cuándo se refrigeró la carne y no tener que adivinar. La tecnología puede ayudarte a poner orden en tu investigación". El fundador de Akabana es un gran defensor del "versionado" de documentos y datos, proceso que la tecnología ha hecho mucho más intuitivo y preciso, y valora su gran impacto a la hora de apoyar un intercambio de datos honesto y organizado para la revisión entre pares y la investigación colaborativa.
¿Por qué iThenticate?
Incorporado al flujo de trabajo y a los procesos de revisión de las principales editoriales del mundo, iThenticate rompe las barreras a lo largo de la investigación y fomenta la colaboración y la eficiencia. Esta herramienta permite a los investigadores e instituciones tomar el control de sus datos y promueve activamente la integridad en la investigación. Gracias a su función de detección de escritura con IA, las instituciones, los investigadores y los editores pueden confiar en el mérito académico de los trabajos presentados, en un contexto donde la IA generativa está alterando la ética en la investigación.
- Comprueba la similitud contrastando con millones de documentos académicos: compara los trabajos con más de 47.000 millones de páginas web, actuales y archivadas, y contenidos premium de editoriales de las principales disciplinas en docenas de idiomas.
- Aborda las tendencias emergentes de mala conducta: localiza contenidos generados con IA con las herramientas más recientes y avanzadas para garantizar la originalidad de los contenidos de alto riesgo.
- Protege tu reputación: protege tu reputación de los daños irreparables provocados por acusaciones de plagio y derechos de autor, identificando la similitud de texto y contenido generado con IA en las primeras fases del proceso de escritura académica.
Próximos pasos para la tecnología en la investigación
Ante la presión para que las instituciones adopten planes y procedimientos más claros que regulen la integridad en la investigación, ¿cómo puede ayudar la tecnología, tanto en un sentido práctico, como aspiracional en este objetivo? En un artículo de Nature titulado "Research integrity: nine ways to move from talk to walk" (Integridad en la investigación: nueve formas de pasar de la teoría a la práctica), los autores examinan nueve elementos para una investigación más responsable. Entre los pilares de apoyo y organización, los expertos nombran como acciones clave la supervisión de los doctorados, la formación y la tutoría, los incentivos y la infraestructura para conservar y compartir datos imparciales. Coincidiendo con su importancia, Matthew plantea las posibilidades de que la tecnología apoye a las instituciones en la creación y fortalecimiento de una cultura de integridad en la investigación que aborde directamente estas directrices.
En su interés por detectar y disuadir las conductas indebidas, advierte que no hay que apresurarse a condenar a los investigadores y apoya la sugerencia de McCulloch et al. de que existe un margen para que las universidades consideren el software de integridad en la investigación "como parte de su función pedagógica, más que como parte de su función policial o reguladora". Entusiasmado por el potencial de este cambio de mentalidad, Matthew espera ver una mayor adopción a nivel institucional: "Creo que aprender lo que estas herramientas pueden hacer por nosotros e incorporarlas en el proceso de redacción científica, no como un extra añadido, sino como una parte clave e integral de la gestión de la investigación, es algo realmente importante".