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Cómo impulsar la compresión de la IA entre educadores y estudiantes

Descubre cómo fomentar el dominio y conocimiento de la IA, para mejorar la integridad académica y los resultados de aprendizaje.

Amanda De Amicis
Amanda De Amicis
Content Writer, Turnitin

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Los recientes avances en IA se suman a la urgencia de la transformación digital en un mundo híbrido. Los educadores se encuentran, a diario, ocupados navegando en la alfabetización en IA, mientras que al interior de sus aulas, se enfrentan a la necesidad de adquirir un conjunto de habilidades de enseñanza y aprendizaje, en torno a la inteligencia artificial y a la escritura con IA.

Como extensión de la alfabetización digital, el concepto de “alfabetización en IA” ha sido definido por Laupichler et al. como: “La capacidad de comprender, usar, monitorear y reflexionar críticamente sobre las aplicaciones de la IA, sin ser necesariamente capaz de desarrollar modelos de IA por sí mismos”. Abarca las capacidades de la IA y la voluntad de que esta herramienta contribuya a informar en el proceso de enseñanza y aprendizaje. En el caso de los educadores, puede consistir en adoptar una tecnología educativa basada en IA, para lograr una calificación más rápida y justa y proporcionar a los estudiantes retroalimentación más sólida y en tiempo real. Para los alumnos, en tanto, puede significar aprovechar las herramientas de escritura con IA como ChatGPT y potenciar el pensamiento de alto nivel.

Para garantizar que educadores y estudiantes puedan utilizar estas herramientas con confianza y responsabilidad, la alfabetización en IA es clave. Vamos a explorar cómo desarrollar la alfabetización en IA en tu institución, sin importar si eres de aquellos que fueron pioneros en adoptar esta tecnología o si eres más cauteloso y recién te estás acercando.

Superar la inacción y adoptar la alfabetización en IA

Naturalmente, el primer paso para aprender a utilizar la IA es siendo un usuario activo. En la actualidad, el sector educativo se encuentra en un terreno un tanto desconocido para las recientes y revolucionarias iteraciones de la IA, en particular, con los (LLM) o gran modelo de lenguaje que componen las herramientas de escritura con IA, como ChatGPT. Aunque los educadores están probando estas herramientas en masa para comprender de mejor manera su impacto, el tener que establecer los parámetros aceptables de una IA, puede resultar desalentador. Hemos visto una gran variedad de respuestas de las instituciones a la nueva generación de escritura con IA, como las reacciones “instintivas”, en forma de prohibiciones y restricciones absolutas, incluyendo una serie de cambios preventivos, con el fin de volver a los exámenes presenciales para disminuir la “amenaza” percibida. Sin embargo, un denominador común de las instituciones ha sido el retraso en la toma de decisiones acerca de lo que constituye un uso aceptable de esta tecnología, así como la consiguiente presión para incluir de forma significativa la IA en los códigos de honor y las políticas de integridad.

El texto generado por IA es más disruptivo que su antecesor -el texto predictivo- y es una llamada de atención, para que la educación incorpore, de forma más proactiva, la tecnología de IA en su estrategia y gobernanza. Está claro que los estudiantes no están dispuestos a esperar y que ya están sacando provecho de las fuentes abiertas de IA para sus estudios. Sin una orientación directa e integral sobre la tecnología para su futuro, se arriesgan a cometer una mala conducta académica y a generar malos hábitos que podrían perjudicar sus metas y su potencial de aprendizaje.

Pasar de la concientización a la comprensión de la IA significa descubrirla en tiempo real. Por ejemplo, los educadores que ya han experimentado con ChatGPT para medir sus fortalezas y debilidades y su efecto en el aprendizaje, están demostrando que la evaluación crítica es fundamental para la alfabetización en IA. Como resultado, estos educadores, están en mejor posición para usar la tecnología a su favor y para apoyar la evaluación en esta nueva era digital.

Potenciar la alfabetización de la IA facilita la enseñanza

Si miras más allá de los generadores de IA que dominan el panorama actual, podrás observar un creciente uso de IA y del aprendizaje automático, lo que puede mejorar los resultados de enseñanza y potencia la experiencias de los estudiantes y educadores. Integrada en el software pionero de tecnología educativa, la IA ha sido muy beneficiosa para el proceso de calificación y evaluación. Por ejemplo, la calificación asistida por IA y la función para agrupar respuestas de Gradescope de Turnitin ha permitido a muchos profesores y departamentos ahorrar tiempo considerable en la calificación individual y colaborativa.

Es cierto, también, que aún queda mucho trabajo por hacer para lograr la adopción universal de soluciones con IA, y la preparación e inversión de las instituciones, son lo más importante para una alfabetización en IA. Especialmente, en los sectores educativos con decisiones de compra centralizadas y en los países en desarrollo con recursos limitados. Se prevé que la tecnología educativa crezca en un 13,6% entre 2023 y 2030 hasta alcanzar los 348.410 millones de dólares en 2030, lo que refleja la necesidad de ampliar las metodologías de enseñanza, a medida que aumenta el número de estudiantes. Para esto, la IA se convierte en un facilitador para que los educadores puedan hacer más cosas en menos tiempo.

¿Qué pasaría si no nos adaptamos a la IA con suficiente rapidez? El Foro Económico Mundial ha sugerido que si no existe una alfabetización universal en IA, ésta tecnología podría terminar fallando. Se debe crear espacios para la IA en la visión estratégica de las instituciones, y garantizar el uso de esta tecnología en la práctica diaria para una correcta adecuación a las necesidades de todo el ecosistema. Esto también significa poder abordar la diversidad de las experiencias y fomentar su adopción amigable, respondiendo a las dudas que vayan apareciendo en el camino. Lo anterior incluye la participación tanto de aquellos educadores que no son nativos digitales y que pueden toparse con barreras para la adquisición de habilidades, como de la nueva generación de profesores que requieren de mayor formación para internalizar los principios de la IA en la pedagogía existente.

¿Cómo pueden los educadores enseñar a usar la IA?

Muchos educadores están de acuerdo en que la evaluación está preparada para el cambio y que las herramientas basadas en IA significan mucho más que mera eficiencia. La próxima etapa en la búsqueda de aulas “inteligentes” consistirá en utilizar la IA para lograr la tan anhelada meta de personalizar el aprendizaje e identificar mejor a los estudiantes que se encuentren en situación de riesgo. Ya hemos visto el potencial de la IA para la informática a la hora de proporcionar datos iterativos en tiempo real. Las funciones y la data con la que cuenta la IA pueden ayudar a los educadores, de todas las disciplinas, a potenciar su enseñanza e impulsar el progreso de los estudiantes.

Estos son algunas iniciativas pensadas en los educadores para ayudarles a fomentar la alfabetización de la IA:

  • Probar ChatGPT y otras aplicaciones de IA para mejorar los flujos de trabajo docente.
  • Fomentar el aprendizaje entre los académicos, a través de comunidades de práctica.
  • Conversar con diseñadores de aprendizaje para entender los principios de la IA.
  • Impulsar sesiones de aprendizaje por disciplinas o departamentos y difundir ejemplos prácticos.
  • Consultar recursos educativos de IA, como los de Turnitin.

Incorporar la IA en las metas de aprendizaje de los estudiantes

Los estudiantes de todo el mundo no podían creer cuando ChatGPT apareció en escena, por lo que muchos no dudaron en acceder a la herramienta de código abierto para terminar sus tareas de redacción en tan solo unos segundos. A medida que se va calmando la tormenta, la educación se encuentra en un momento crucial para marcar la pauta del compromiso a largo plazo de los estudiantes con la IA. De esta forma, podrán determinar si se trata de una oportunidad para hacer trampa, o de una herramienta para potenciar su aprendizaje.

En una encuesta preliminar sobre ChatGPT realizada por Study.com, se descubrió que el 89% de los consultados afirmó haber usado la herramienta en el desarrollo de sus tareas en casa. Dada la tentación y la recompensa que supone la IA, puede sorprender que de los más de 1.000 universitarios encuestados, el 72% cree que ChatGPT debería prohibirse en la red de su universidad. Estos datos indican que los estudiantes ya son conscientes del impacto que tiene en su aprendizaje y pone de manifiesto la importancia de promover su uso sano, justo y equitativo, capacitando a los alumnos durante su camino académico y hacia su preparación profesional.

Los estudiantes también se benefician de la IA, a través de la tecnología educativa y del proceso de aprendizaje formativo. Sin embargo, a menudo se aplica de forma incoherente y lejos de la supervisión de los educador(es) o departamento(s), ya que no hay una regulación proactiva por parte de las instituciones. El auge de los LLM emerge como una oportunidad para ampliar el horizonte de comprensión de la IA y para que los estudiantes participen de forma más significativa y colaborativa con los criterios que influyen en el éxito del aprendizaje.

Asimismo, la escritura con IA amplía el potencial de retroalimentación al convertir a los estudiantes en agentes emisores de comentarios, en lugar de meros receptores pasivos, lo que, en última instancia, los sitúa en el asiento del conductor para dirigir las soluciones que entrega la IA en relación a sus propios objetivos. Los códigos de contexto que los LLM exigen a los estudiantes para preparar el texto autogenerado encajan con las lecciones sobre pensamiento crítico, parcialidad, citas, credibilidad de las fuentes y originalidad. La evaluación de la alfabetización en IA y la elaboración de las correspondientes rúbricas de evaluación, pueden implicar que los estudiantes tengan que preparar sus respuestas, dándole su propio giro al producto final, o también, que tengan que analizar lo que reciben de la IA para desarrollar un pensamiento de alto nivel.

La adquisición de conocimiento sobre IA satisfará la necesidad más inmediata de establecer parámetros, pero a largo plazo, también contribuirá a preparar el terreno para actualizar la comprensión de los estudiantes sobre esta tecnología. Los LLM se sustentan en una base de datos de contenidos e ideas existentes y, al menos por ahora, ofrecen respuestas ampliamente genéricas. En ese sentido, el valor del pensamiento innovador y original, no hará más que crecer, lo que llevará a los educadores a seguir defendiendo estos ideales entre los estudiantes, equilibrando la eficacia de la autoría mediante IA.

Dar forma al legado de la alfabetización en IA

La IA ofrece un inmenso potencial para transformar la manera en que involucramos a los estudiantes en el aprendizaje auténtico y para superar las actuales deficiencias educativas. No obstante, también se nos podría ir de las manos si no se establecen límites.

El uso pasivo de la IA tiene efectos muy distintos a un enfoque proactivo, basado en la alfabetización en IA. Este último, aprovecha las fortalezas y debilidades de esta herramienta; está centrado en el ser humano; y compensa, incluso, los posibles riesgos de redundancia de los educadores o de atrofia creativa para la escritura y la ideación.

El reconocer la asistencia que entrega la IA, sobre todo a medida que va aumentado su sofisticación, es un factor importante para la convergencia entre los resultados generados por las personas versus los generados por la IA. Una solución para ello es la nueva herramienta de detección de ChatGPT de Turnitin, que funciona con una tasa de éxito del 97%, con menos de 1% de falsos positivos. Esta función, ayuda a los educadores a realizar un trabajo de detección de forma instantánea en el momento del envío y, por lo tanto, también a evaluar el nivel de aprendizaje de los estudiantes. Nuestro equipo está trabajando intensamente en la detección de IA para los LLM, ¡así que permanece atento a las actualizaciones!

Aún queda mucho por hacer, si se considera la constante evolución de la tecnología de IA. Sin embargo, el estar al tanto de su desarrollo permitirá a los educadores gestionar, de mejor manera, su impacto en el aprendizaje. Tal vez esta opinión anónima de un educador, extraída de la encuesta de study.com, antes mencionada, lo sintetice mejor que nadie: “Como siempre en la educación, creo que los estudiantes seguirán consiguiendo lo que se propongan. Los que se esfuercen más, aprenderán y conseguirán más, y los que hagan trampa para salir del paso, tendrán que pagar las consecuencias, tarde o temprano”.