En teoría, la tecnología educativa debería facilitar la enseñanza y el aprendizaje. Sin embargo, para muchas escuelas secundarias y medias, la implementación de la tecnología educativa no siempre ha estado a la altura de lo prometido, ya que ha implicado la aparición de sistemas fragmentados, una complejidad tecnológica en aumento y docentes abrumados.
En lugar de ahorrar tiempo, muchas herramientas provocan nuevos problemas: interfaces inadecuadas, formación inconsistente y costos disparados. Además, cuando los docentes quedan enterrados bajo capas de herramientas digitales, puede resultar difícil medir el impacto en el aprendizaje o incluso justificarlo.
Entonces, ¿cómo pueden las escuelas implementar la tecnología con más efectividad? Para aquellas instituciones que buscan saber implementar tecnología educativa en las escuelas sin sumar complejidad, la respuesta puede ser más simple de lo que se espera:
Utiliza menos. Logra más.
¿Por qué contar con demasiada tecnología educativa crea problemas en las escuelas?
La mayoría de los educadores puede nombrar al menos un puñado de plataformas de tecnología educativa que su escuela haya probado o adoptado en los últimos pocos años. El conjunto de herramientas digital sigue creciendo. Pero también lo hacen los desafíos:
- Docentes que administran diferentes credenciales y plataformas
- Estudiantes que reciben retroalimentación a través de sistemas diferentes con poca coherencia
- Herramientas duplicadas que realizan la misma tarea en formas ligeramente diferentes
- Equipos de TI que brindan soporte a docenas de licencias de software, que se suelen utilizar poco
No sorprende que la frustración esté en aumento.
En muchas escuelas, el número de herramientas supera el valor que aportan. En lugar de mejorar la enseñanza y el aprendizaje, se corre el riesgo de que se conviertan en distractores.
Según el Instituto de Políticas de Educación, sólo el 32 % de los docentes sintió que la tecnología les apoyaba "extremadamente bien" en el seguimiento del progreso de los estudiantes. Esa brecha entre la adopción y la efectividad resalta un problema más profundo: cuando se toman decisiones tecnológicas sin conocer con claridad las realidades del aula, las herramientas pueden convertirse en una carga con rapidez.
Con tiempo y formación limitados, incluso los docentes con experiencia pueden encontrar dificultad para mantenerse al día, y mucho menos integrar herramientas diversas en formas que apoyen de manera significativa el aprendizaje y la participación de los estudiantes.
Cómo implementar la tecnología educativa en las escuelas sin que sea agobiante
Un mejor enfoque de la tecnología educativa no implica negar todas las herramientas digitales, sino aceptarlas de forma selectiva.
Si te estás preguntando cómo implementar la tecnología educativa en las escuelas de una manera más estratégica, aquí encontrarás cuatro pasos fundamentales para simplificar tu conjunto tecnológico y volver a poner el foco en el impacto:
1. Realiza una auditoría de lo que ya se utiliza
Muchas escuelas encuentran que están usando varias herramientas que cumplen el mismo propósito, o herramientas que se probaron una vez y nunca se volvieron a utilizar. Una auditoría sólida permitirá identificar qué está siendo útil y qué está estorbando.
Comienza analizando las herramientas que ya se están usando. Realiza preguntas desafiantes:
- ¿Qué están usando los departamentos?
- ¿Qué se utiliza con regularidad?
- ¿Qué está acumulando basura digital?
- ¿Hay funciones duplicadas?
2. Ajusta tus herramientas a las prioridades de la escuela
Deja que tus metas educativas guíen tu estrategia tecnológica. ¿Qué estás buscando mejorar?
- ¿La calidad de la retroalimentación?
- ¿Diferenciarte?
- ¿Reducir el tiempo de corrección?
Partir de los problemas, y no de los productos, permite asegurar que las herramientas que elijas tengan un propósito real y se integren en la práctica. Ninguna herramienta puede resolverlo todo. Sin embargo, la solución correcta, alineada con las prioridades de enseñanza y aprendizaje de tu escuela, puede marcar una gran diferencia.
3. Simplifica tu conjunto tecnológico
En lugar de colocar herramientas específicas una encima de la otra, busca plataformas que reduzcan el tiempo de formación, la necesidad de soporte y la carga cognitiva en docentes y estudiantes por igual. Pregúntate lo siguiente:
- ¿Esta solución puede realizar bien varias funciones? ¿Consolida la evaluación, retroalimentación y calificación en un sistema para que se reduzca la fricción?
- ¿Reducirá los inicios de sesión, las interfaces y los costos de mantenimiento?
- ¿Se integrará con mi LMS actual?
Menos herramientas por lo general implican menos dolores de cabeza Busca herramientas que sean compatibles con Learning Tools Interoperability (LTI), un estándar que garantiza una integración fluida con tu LMS actual. Las plataformas compatibles con LTI reducen el tiempo de configuración, mejoran la experiencia de usuario y permiten que los docentes y estudiantes accedan a funciones fundamentales sin cambiar de sistema.
Un autor de Connect Online, Gyongyi Horvath, comenta cómo implementar la tecnología educativa en las escuelas para crear un ecosistema que sea confiable, adaptable al futuro, flexible y accesible:
“También es esencial centrarse en la interoperabilidad entre herramientas, compartir información, la gobernanza de datos y la accesibilidad. La forma más fácil y sostenible de hacerlo es al trabajar con estándares de tecnología educativa actuales y adoptados”.
En un artículo de opinión de EdSurge de Kerry Gallagher y Chris Liang-Vergara, se describe que los docentes están sufriendo “fatiga de iniciativas” debido a la presión constante por implementar e integrar nuevas tecnologías: un enfoque que no sólo consume tiempo valioso sino que aumenta la lista creciente de responsabilidades. Elegir herramientas que hagan más sin agobiar a los usuarios ayuda a reducir la necesidad de formación, las tarifas de las licencias y los problemas de integración.
4. Invertir en formación docente y soporte
Incluso las mejores plataformas pueden no cumplir con las expectativas si no se invierte en el desarrollo del personal. Un informe de investigación del gobierno británico sobre cómo implementar la tecnología educativa en las escuelas y los institutos de educación superior resalta que otorgar a los docentes tiempo para aprender, practicar y sentir seguridad al utilizar las nuevas herramientas es “fundamental para estandarizar el uso de la tecnología y fomentar la participación de los usuarios”.
Sin embargo, más de la mitad de los docentes nuevos (56 %) no siente confianza al utilizar tecnología para el aprendizaje y sólo un 17 % está recibiendo formación sobre herramientas digitales en la actualidad.
Entre los pasos que tu institución puede tomar para cerrar la brecha en el soporte de tecnología educativa efectiva se incluyen los siguientes:
- Proporcionar sesiones de incorporación cortas y practices
- Fomentar el aprendizaje entre compañeros y talleres continuos en sesiones puntuales
- Recopilar retroalimentación continua y ajustar el soporte
- Reconocer a los docentes que lideran con el ejemplo al adoptar e integrar herramientas de manera lógica
Una plataforma sólo puede ser igual de poderosa que los usuarios que la utilizan. Las escuelas que respaldan a los docentes para que utilicen la tecnología con confianza y coherencia suelen ver los retornos de inversión más sólidos.
Crear una cultura que utilice la tecnología de manera deliberada
Más allá de los pasos prácticos, se necesita un cambio de mentalidad. Es beneficioso para las escuelas dejar de pensar en la idea de que la innovación equivale a más tecnología. En cambio, se debe fomentar una cultura donde las herramientas digitales se elijan de manera deliberada, se revisen con regularidad y se alineen con los resultados de aprendizaje a largo plazo.
Agenda un momento en el calendario académico para evaluar el impacto de tus inversiones en tecnología educativa. ¿Las herramientas todavía sirven? ¿El personal las está usando con confianza? ¿Ha mejorado la participación de los estudiantes? La retroalimentación de ambos, el personal y los estudiantes, debería guiar estas reflexiones.
El liderazgo escolar cumple una función fundamental. Cuando los líderes están a favor de un conjunto de herramientas digital más inteligente y lo apoyan con soporte y coherencia, se establecen las pautas en toda la institución.
Este tipo de cambio de cultura ayuda a los educadores a aprender cómo implementar la tecnología educativa en las escuelas con más claridad y confianza.
¿Cómo puede Turnitin Feedback Studio respaldar un uso más inteligente de la tecnología educativa?
Cuando se debe centralizar la enseñanza y el aprendizaje clave, Turnitin Feedback Studio puede ayudar a reducir la carga tecnológica. Al estar diseñado teniendo en cuenta los aportes de los educadores, fusiona funciones fundamentales como las siguientes:
- Comprobación de similitud para promover la integridad académica
- Retroalimentación incorporada y herramientas de calificación para apoyar la mejora de los estudiantes
- Flujos de trabajo de retroalimentación transparentes y rastreables que ahorran tiempo y apoyan la coherencia
- Funciones complementarias opcionales de pago que incluyen la capacidad de digitalizar los trabajos manuscritos y comprobar la escritura con IA, así como respaldar el uso responsable de la IA
En lugar de utilizar una aplicación para la retroalimentación, otra para detectar el plagio y el uso de IA, y otra más para la administración de calificaciones, las escuelas pueden consolidar su enfoque en un ecosistema de tecnología educativa cohesivo.
Turnitin Feedback Studio se integra con los Learning Management System (LMS) y respalda retroalimentación coherente y constructiva entre asignaturas.
Luego de todo lo expuesto, aún prevalece la siguiente pregunta:
¿Utilizar menos herramientas puede llevar a mejores resultados de tecnología educativa?
Saber cómo implementar la tecnología educativa en las escuelas no se trata de perseguir tendencias o adoptar cada herramienta en el mercado de manera fugaz. Se trata de realizar elecciones inteligentes y deliberadas que mejoren el aprendizaje y alivianen la carga de los educadores.
Shaji George (2024) resume lo siguiente: “Con atención, previsión y cooperación, los beneficios de la tecnología pueden superar a los daños para capacitar a los estudiantes para el futuro. Pero un enfique deliberado que se base en la evidencia se necesita para la gobernanza”.
Al centralizarse en herramientas que son flexibles y multifuncionales y se alinean con metas de aprendizaje claras, las escuelas pueden reducir la complejidad e impulsar el impacto.
Un enfoque adecuado de la tecnología educativa beneficia a todos.
¿Estás buscando un socio en tecnología educativa que simplifique las herramientas en lugar de complejizarlas?